De todos los períodos oscuros de Rusia, sin duda uno de los más negros de su historia corresponde a la era de Stalin. A los millones de muertos provocados por el hambre y la guerra, hay que sumar a otros tantos que perecieron en la brutal maquinaria represiva soviética, unas víctimas que en su mayoría fueron ocultadas e ignoradas hasta hace muy poco tiempo.
Una sociedad en la que nadie se atrevía a hablar en voz alta, una sociedad dividida entre los que susurraban para no ser detenidos y lo que entre susurros delataban a otros, e ilumina como nunca antes lo que significaba vivir en una era en que la desconfianza, el miedo, los dilemas morales y la traición estaban a la orden del día.
A través de las propias palabras de sus protagonistas, nos enteramos de las vidas de campesinos y profesores, de víctimas y verdugos, de padres e hijos separados para siempre, de informadores y fervientes comunistas, de una época de violencia, terror y tristeza, pero también de extraordinario heroísmo, fidelidad y amor de aquellas víctimas que Stalin destrozó.
Recomiendo leer la obras: Una palabra tuya ... Amor y muerte en el Gulag, El baile de Natacha, La revolución rusa, la tragedia de un pueblo y Los que susurran del escritor británico Orlando Figes.
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