Charles Darwin nace en El Monte, Shrewsbury, Reino Unido, el 12 de febrero de 1809, fallece en Sown House, Reino Unido el 19 de abril de 1882. Fue un naturalista inglés, reconocido por ser el científico más influyente de los que plantearon la idea de la evolución biológica a través de la selección natural, justificándola en su gran obra: El origen de las especies, 1859, con numerosos ejemplos extraídos de la observación de la naturaleza. Compartía este logro de la evolución biológica, de forma independiente, con Alfred Russel Wallace. Postuló que todas las especies de seres vivos han evolucionado con el tiempo a partir de un antepasado común, mediante un proceso denominado selección natural.
La evolución fue aceptada como un hecho por la comunidad científica y por buena parte de la gente en vida de Darwin, mientras que su teoría de la evolución mediante selección natural no fue considerada como la explicación primaria del proceso evolutivo hasta los años 1930. Actualmente constituye la base de la síntesis evolutiva moderna. Con sus modificaciones, los descubrimientos científicos de Darwin aún siguen siendo el acta fundacional de la biología como ciencia, puesto que constituyen una explicación lógica que unifica las observaciones sobre la diversidad de la vida.
A los 16 años ingresó a la Universidad de Edimburgo, aunque paulatinamente fue dejando de lado sus estudios de medicina para dedicarse a la investigación de invertebrados marinos. Durante sus estudios de medicina, asistió dos veces a una sala de operaciones del hospital de Edimburgo, y huyó de ambas dejándole una profunda impresión negativa. "Esto era mucho antes de los benditos días del cloroformo" escribió en su autobiografía. Posteriormente la Universidad de Cambridge dio alas a su pasión por las ciencias naturales. El segundo viaje del HMS Beagle consolidó su fama como eminente geólogo, cuyas observaciones y teorías apoyaban las ideas uniformistas de Charles Lyell, mientras que la publicación del diario de su viaje lo hizo célebre como escritor popular.
Caricatura de Darwin
Intrigado por la distribución geográfica de la vida salvaje y por los Fósiles que recolectó en su periplo, Darwin investigó sobre el hecho de la transmutación de las especies y concibió su teoría de la selección natural en 1838. Muchos no creyeron en sus teorías y se reían de él, llegaron a tildarlo de loco. Aunque discutió sus ideas con algunos naturalistas, necesitaba tiempo para realizar una investigación exhaustiva, y sus trabajos geológicos tenían prioridad. Se encontraba redactado su teoría en 1858 cuando Alfred Russel Wallace le envió un ensayo que describía la misma idea, ungiéndole Darwin a realizar una publicación conjunta de ambas teorías.
Su obra fundamental: El origen de las especies por medio de la selección natural, o la preservación de las raza preferidas en la lucha por la vida, publicada en 1859, estableció que la explicación de la diversidad que se observa en la naturaleza se debe a las modificaciones acumuladas por la evolución a lo largo de las sucesivas generaciones. Trato la evolución humana y la selección natural en su obra: El origen del hombre y de la selección en relación al sexo y, posteriormente, en La expresión de las emociones en los animales y en el hombre. También dedicó una serie de publicaciones a sus investigaciones en botánica.
Como reconocimiento a la excepcionalidad de sus trabajos, fue uno de los cinco personajes del siglo XIX no perteneciente a la realeza del Reino Unido, honrado con funerales de Estado, siendo sepultado en la Abadía de Westminster, próximo a John Herschel e Isaac Newton.
La evolución fue aceptada como un hecho por la comunidad científica y por buena parte de la gente en vida de Darwin, mientras que su teoría de la evolución mediante selección natural no fue considerada como la explicación primaria del proceso evolutivo hasta los años 1930. Actualmente constituye la base de la síntesis evolutiva moderna. Con sus modificaciones, los descubrimientos científicos de Darwin aún siguen siendo el acta fundacional de la biología como ciencia, puesto que constituyen una explicación lógica que unifica las observaciones sobre la diversidad de la vida.
A los 16 años ingresó a la Universidad de Edimburgo, aunque paulatinamente fue dejando de lado sus estudios de medicina para dedicarse a la investigación de invertebrados marinos. Durante sus estudios de medicina, asistió dos veces a una sala de operaciones del hospital de Edimburgo, y huyó de ambas dejándole una profunda impresión negativa. "Esto era mucho antes de los benditos días del cloroformo" escribió en su autobiografía. Posteriormente la Universidad de Cambridge dio alas a su pasión por las ciencias naturales. El segundo viaje del HMS Beagle consolidó su fama como eminente geólogo, cuyas observaciones y teorías apoyaban las ideas uniformistas de Charles Lyell, mientras que la publicación del diario de su viaje lo hizo célebre como escritor popular.
Intrigado por la distribución geográfica de la vida salvaje y por los Fósiles que recolectó en su periplo, Darwin investigó sobre el hecho de la transmutación de las especies y concibió su teoría de la selección natural en 1838. Muchos no creyeron en sus teorías y se reían de él, llegaron a tildarlo de loco. Aunque discutió sus ideas con algunos naturalistas, necesitaba tiempo para realizar una investigación exhaustiva, y sus trabajos geológicos tenían prioridad. Se encontraba redactado su teoría en 1858 cuando Alfred Russel Wallace le envió un ensayo que describía la misma idea, ungiéndole Darwin a realizar una publicación conjunta de ambas teorías.
Su obra fundamental: El origen de las especies por medio de la selección natural, o la preservación de las raza preferidas en la lucha por la vida, publicada en 1859, estableció que la explicación de la diversidad que se observa en la naturaleza se debe a las modificaciones acumuladas por la evolución a lo largo de las sucesivas generaciones. Trato la evolución humana y la selección natural en su obra: El origen del hombre y de la selección en relación al sexo y, posteriormente, en La expresión de las emociones en los animales y en el hombre. También dedicó una serie de publicaciones a sus investigaciones en botánica.
Como reconocimiento a la excepcionalidad de sus trabajos, fue uno de los cinco personajes del siglo XIX no perteneciente a la realeza del Reino Unido, honrado con funerales de Estado, siendo sepultado en la Abadía de Westminster, próximo a John Herschel e Isaac Newton.
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