Para que en Chile cambie la situación socio-política que estamos viviendo, urge un llamado, desde las bases democráticas y del pueblo, para lograr la unidad. Es necesario terminar con peregrinas discusiones en el Congreso, los parlamentarios deben velar por las demandas e intereses de quienes los eligió en sus cargos.
La unidad se logra dialogando, las diferencias políticas dejarlas de lado en pro de la patria y la sociedad en su conjunto. La gente está aburrida, cansada que la casta empresarial y político-partidista, que no trabajan en los grandes temas nacionales que necesitan urgente atención. Con desazón vemos que no hacen nada inteligente, para cambiar el actual sistema.
Si realmente queremos justicia social, tenemos que protestar ordenadamente. El caos no conduce a nada, ya hemos visto, desde el 18 de octubre, que la violencia solo provoca mayor y peligrosa violencia: incendios. heridos, muertos y saqueos. Estamos al borde de un enfrentamiento entre hermanos, de un nuevo golpe militar, si el Gobierno y el Congreso no logran ponerse de acuerdo para terminar con esta insurrección.
Ojalá el entendimiento y la razón sea lo que nos una, para hacer de nuestro país una gran nación, de la cual sentirnos orgullosos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario