Es nuestro destino llegar a viejos, estamos en el último escalón de la existencia, esperando boleto para el viaje sin retorno. Cuando el espíritu (energía divina, fuerza vital), según la Biblia (Eclesiastés 12:7) vuelve al Creador. Y el alma, o cuerpo humano, que es mortal y perecible, vuelve al polvo, a un pseudo Jubileo en el Infernus (lo que yace bajo la tierra), el sepulcro común de la humanidad.
Para aclarar el tema: Dejémonos del mito y monserga del alma. En el individuo no subyacen dos entes inmateriales. Alma es la persona misma, destructible y mortal. En el Antiguo Testamento no significa un alma a diferencia del cuerpo. En el Nuevo Testamento significa la vida misma, o el ser viviente (Nueva Enciclopedia Católica, 1967, tomo XIII, páginas 449-450).
Volviendo a la realidad, en la actualidad en Chile, la longevidad es un "cacho". Los ancianos, en su gran mayoría, recibe una pensión miserable que no le permite vivir con dignidad. Los pensionados enfermos, para el Estado es un número más, entre tantos, de la economía y, para la familia, muchas veces una molestia, y son tirados, olvidados, en una Casa de reposo.
Los ancianos, parodiando una excelente obra del teatro nacional, somos unos "VIEJOS DE MIERDA". Discriminados por el sistema social y de salud, poco respetados por la sociedad que no se detienen a pensar que los viejos ayudamos a construir el país donde ellos viven, y disfrutan de nuestro esfuerzo de largos años de trabajo.
Olvidados por el gobernante, ministros y parlamentarios que viven en el Limbo, ganando generosos y "jugosos" sueldos millonarios. Nunca repararon ni quisiera vieron la realidad social del pueblo, razón por la que están tan desprestigiados y mal evaluados. Un 6 % de aprobación del presidente, 5 % de aprobación del gobierno, un 3 % de aprobación del Congreso y un 2 % de aprobación de los partidos políticos, ha sido un golpe bajo y duro a la casta que dirige los destinos del país.
Al parecer, sintieron el golpe y desde el gobierno han manifestado subir las pensiones, si el Congreso lo aprueba antes de fines de enero, y éstas se comenzarían a pagar a partir de marzo o abril. Lo que haría un poco más llevadera nuestra existencia. "Dios quiera que así sea".
Para aclarar el tema: Dejémonos del mito y monserga del alma. En el individuo no subyacen dos entes inmateriales. Alma es la persona misma, destructible y mortal. En el Antiguo Testamento no significa un alma a diferencia del cuerpo. En el Nuevo Testamento significa la vida misma, o el ser viviente (Nueva Enciclopedia Católica, 1967, tomo XIII, páginas 449-450).
Volviendo a la realidad, en la actualidad en Chile, la longevidad es un "cacho". Los ancianos, en su gran mayoría, recibe una pensión miserable que no le permite vivir con dignidad. Los pensionados enfermos, para el Estado es un número más, entre tantos, de la economía y, para la familia, muchas veces una molestia, y son tirados, olvidados, en una Casa de reposo.
Los ancianos, parodiando una excelente obra del teatro nacional, somos unos "VIEJOS DE MIERDA". Discriminados por el sistema social y de salud, poco respetados por la sociedad que no se detienen a pensar que los viejos ayudamos a construir el país donde ellos viven, y disfrutan de nuestro esfuerzo de largos años de trabajo.
Olvidados por el gobernante, ministros y parlamentarios que viven en el Limbo, ganando generosos y "jugosos" sueldos millonarios. Nunca repararon ni quisiera vieron la realidad social del pueblo, razón por la que están tan desprestigiados y mal evaluados. Un 6 % de aprobación del presidente, 5 % de aprobación del gobierno, un 3 % de aprobación del Congreso y un 2 % de aprobación de los partidos políticos, ha sido un golpe bajo y duro a la casta que dirige los destinos del país.
Al parecer, sintieron el golpe y desde el gobierno han manifestado subir las pensiones, si el Congreso lo aprueba antes de fines de enero, y éstas se comenzarían a pagar a partir de marzo o abril. Lo que haría un poco más llevadera nuestra existencia. "Dios quiera que así sea".
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