martes, 22 de abril de 2014

LOS CRISTIANOS PRIMITIVOS














La apostasía llevó a división y fragmentación, lo que fue profetizado por Pablo (Hechos 20:29-30) (Corintios 1:10) Unas cuantas décadas después de la muerte de los apóstoles, comenzaron cismas entre los cristianos, que se dividieron en muchas facciones; cerca de 187 D.C. Irineo señaló veinte variedades de cristianismo; cerca del 384 D.C. Epifanio contó ochenta. (The Story of Civilization: part III, Caesar and Christ).

Posteriormente Constantino favoreció la parte oriental o griega, construye Constantinopla (Estambul), resultando que con el paso de los siglos la Iglesia Católica se dividió tanto por el lenguaje como por la geografía. La Roma de habla latina en Occidente contra Constantinopla, de habla griega, en Oriente. Debates divisivos por la enseñanza de la Trinidad, que causaba perturbación entre los cristianos. El único Dios verdadero lo sumen en la teología Dios-Cristo, que por lógica consecuencia fue pensar que, si Jesús era realmente Dios encarnado, era obvio que la madre de Jesús, María, era la madre de Dios. A pesar que no hay ningún texto bíblico, que asigne a María un papel de importancia que sobrepase el haber sido la madre biológica de Jesús (Lucas 1:26-38-46-56).

María fue descendiente del rey David, de la tribu de Judá, e hija de Elí. Cuando las escrituras nos la presentan por primera vez, está prometida para casarse con José, quien también es de la tribu de Judá y descendiente de David. La Ascensión de María, es dogma de la Iglesia, se oficializa con la proclamación de Pío XII en 1950, que hizo de este dogma un artículo de la fe católica.

La Nueva Enciclopedia Católica (1967, tomo I, pág. 972) declara: "no hay ninguna referencia explícita de la Asunción en la Biblia". Sin embargo, el papa insiste en que las Escrituras son el fundamento esencial de esta verdad ¿...?

Otra causa de división fue la veneración de imágenes, cayendo en la idolatría, que fue celosamente repudiada y condenada por Dios, basta leer el Antiguo Testamento, donde Dios maldice a todo aquel que elabore y adore imágines (Éxodo 20:4-5; Levítico 26:1; Isaías 42:8; Juan 4:23-24; 2 Corintios 5:7 y 6:16; 1 Juan 5:21).

En 876 D.C. un sínodo de obispos en Constantinopla condenó al papa por sus actividades políticas, por no corregir la herejía de la cláusula filioque (y del hijo) del credo miceno. Oriente rechazó la alegación del papa de que tenía jurisdicción universal sobre la Iglesia. En el año 1054, el representante del papa excomulgó al patriarca de Constantinopla, quien, a su vez, puso bajo maldición al papa.

El resultado de esta división fue que se formasen las iglesias ortodoxas orientales griega, rusa, rumana, polaca, búlgara, serbia y otras iglesias autónomas.

Otros movimientos perturbaban a la Iglesia. Pedro de Valdo, de Lyon, Francia, empezó un movimiento de predicación, a los que se llamaron los valdenses. Estos rechazaban el sacerdocio católico, las indulgencias, el purgatorio (La nueva Enciclopedia Católica de 1967, tomo XI, página 1034, reconoce: "Todo visto, la doctrina católica sobre el purgatorio se basa en la tradición, no en las sagradas escrituras, la transubstanciación y otras prácticas y creencias tradicionales católicas"). Estos se esparcieron por varios países, el Concilio de Tolosa trató de detenerlos en 1229.

La Inquisición empezó una era de persecución religiosa, que resultó en abusos, denuncias falsas y anónimas, asesinato, robo, tortura y muerte lenta, para miles de personas que no estaban de acuerdo con las creencias y enseñanzas de la "santa" Iglesia (¡Cuánto parecido con la Dictadura de Pinochet!).

Otro movimiento empezó en el siglo XII en el sur de Francia, el de los albigenses, conocidos también como cátaros, a quienes se llamó así por el pueblo de Albi, tenían muchos seguidores.

Rechazaban las doctrinas de la Trinidad, el parto virginal, el infierno de fuego y el purgatorio. Así ponían en duda las enseñanzas de Roma, Inocencio III ordenó perseguirlos, "...Si es necesario —dijo— suprímanlos con la espada...".

Se envió una cruzada contra los "herejes", los cruzados católicos mataron más de 20.000 hombres, mujeres y niños en Bézier, Francia.

El Concilio de Narbona, "prohibió que los legos poseyeran parte alguna de la Biblia", para la Iglesia Católica era un problema que la gente tuviera la Biblia.

Posteriormente la Iglesia estableció la "santa" Inquisición para suprimir la herejía. Los herejes condenados por la Iglesia, eran quemados vivos. En España, Tomás de Torquemada, monje dominicano, dirigió la cruel Inquisición española, usando instrumentos de tortura para obtener confesiones. (De haber existido Organización de DDHH, la Iglesia habría sido cuestionada y denunciada, por los miles de crímenes de lesa humanidad).

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