Sería pretencioso asumir y auto erigirme como escritor.
¿De dónde nace este impulso? ... porque: ¡Vocación no es!
Soy un aprendiz de artesano de la palabra escrita, que trata de comunicar lo que piensa, dar a luz recuerdos guardados en algún baúl de los misterios del arcano, y colaborar en lo que humildemente sea posible para elevar el quehacer intelectual.
No vinimos a la vida a comer, dormir y trabajar. Estamos aquí para aprender, averiguar, investigar y aprehender la verdad, para cultivar nuestro intelecto y crecer.
Recomiendo la lectura, escuchar buena música, intentar algún arte manual. Crear y escribir, pensar, tomar por norma y ruta de vida mantenernos generosamente ocupados.
No se puede perder el tiempo en banalidades, es un deber asumir la superación moral y personal. Tenemos que ser partícipes de la construcción de una nueva sociedad, en la que haya igualdad de oportunidades, de deberes y derechos, una patria libre por donde transitemos sin ser discriminados, con equidad e igualdad.
Cambiar las añejas y viejas estructuras, que limitan y detienen los legítimos derechos de reformar todo lo que heredamos de una constitución concebida entre cuatro paredes, entre gallos y medianoche, que solo ha servido para someter al individuo.
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