en su pensamiento, en su ser espiritual, en su filosofía.
despertar poético, cada astro, estrella y galaxia es un
verso del gran poema del universo.
La poesía fluye de la flora y fauna, del desierto florido,
del aroma de primavera. Está en la flor del cerezo,
en el azahar y color de los naranjos, en los copihues.
Mora en la tierra dorada por el trigo, en las viñas, en sus
vides que proporcionan bonnes boùteilles de vino generoso.
Está en los áureos trazos de los álamos, en la altitud de la
araucaria, en el aroma del boldo y en las lágrimas del sauce.
Surge del fondo de la mina, de las curtidas manos del minero,
del carbón, del cobre, del oro y la plata, extraídos con sudor
y sangre de las profundas entrañas de la pachamama.
La poesía surca los aires en el vuelo majestuoso del cóndor,
vive en el trino de las aves, en la belleza de cisnes y flamencos,
en el colorido de las catas y canarios, en el canto del jilguero
y en el negro y brillante plumaje de los tordos.
La poesía despierta con la aurora del macizo andino,
soberano contrafuerte cordillerano, que recorre la geografía
de punta a cabo, para reunirse con el mar en las gélidas
aguas de los canales de los confines australes.
Poesía de mar y tierra, de pampa y mineral, de azul y cielo.
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