Tengo las sienes plateadas
como claridad de luna,
evoco un verano en el mar,
siento el sonido de las olas
que huyen con la brisa de la tarde.
Luego que te vi te ame,
porque verte y amarte
bien pudieron ser dos cosas,
pero ninguna primero.
La luz surgía a través
de tus hermosos ojos claros,
viví cautivo de tu belleza y
de esa dulce mirada.
Eras una linda flor,
abrías tus pétalos a la vida,
me seducías con tu armonía.
Eras como la orquídea
que no pude cultivar en mi jardín.
Amor idealizado en sueños
de noches intensas, sin fin.
Eras maravillosa como
la ilusión del primer amor,
tenías manos suaves y
aterciopeladas como malvas.
¡Cómo olvidar la caricia de
tus cabellos sobre mi pecho!
Te amé hace muchos años,
fue un inolvidable verano
en una cálida playa solitaria.
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