Desde un balcón vacío
admiro la primavera y sus colores.
Con la puesta de sol
llegan las sombras de la noche
y asoma el universo estrellado.
En ese océano estelar,
de precisión matemática,
siembro mis recuerdos,
Escudriño el infinito
buscando la luz de tus ojos,
luceros que en el cielo
desataron su claridad.
Te nombro y te busco,
susurro un canto al amor.
Te busco en el más allá
de esta claridad estelar,
me gustas, te amo, tanto y mucho.
Navegué como sombra y volé
a través de los tiempos para
encontrarte dulce y cristalina
como el agua donde bebí tu nombre.
Me gustas, te amo en secreto.
Ya no soy el enamorado
de la eterna primavera,
donde ocultamos la pasión
en un nido de arena dormida.
La vida nos separó
del amor, del sol y de la luna.
Pero al leer tus ojos
vuelvo a ser el que te amó.
en ese lecho de arena cálida
tan huérfana de verde.
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