Cómo pasa el tiempo,
cómo se consume la vida,
es una existencia de engaños
y verdades, es el pasado.
Se viene el final, el ocaso,
se viene la muerte, y así
como muere el rico muere
el pobre, es lo mismo un
virtuoso que un infeliz,
todos vamos al mismo lugar.
Que no hay Cielos ni Infiernos
en el más allá ... ¡No existe!
Así es la muerte, no le temamos
porque ella ni juzga ni condena.
Después de tantos sueños y fantasías,
después de una mesa bien servida,
esfuerzos y hazañas no bastan
cuando la muerte nos llama.
El mundo es un engaño ...
las enseñanzas de Dios y
las leyes del hombre solo son:
¡Un atropello a la razón!
Vámonos en paz con nosotros mismos,
no existen las buenas religiones
ni absurdas promesas de eternidad,
marchemos agradecidos de haber vivido.
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