Labios rojo escarlata
que besan besos de fuego,
morena de cabellos negros
y sedoso que cae sobre sus hombros.
Busqué sus ojos, ella los míos,
de su sensualidad quedé prendido,
el alma se inundó del aroma
que manaba de su cuerpo maduro.
Embriagados de dicha en el nido
bebimos gotas de fresca lujuria,
noche llena de hechizos y magia
de un amor largamente contenido.
En la mañana despiertas sobre mi pecho,
pensativa, con un beso cierro tus párpados
y acaricio tu casto seno, es el adiós ...
así acaban nuestros secretos encuentros.
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