ruge majestuosa la cordillera:
truenos, viento, refulgen los rayos,es la danza de la naturaleza.
Vuelan los pájaros cruzando los valles
buscando resguardo, solitarios...
vestidos de cellisca sus plumajes.
Huyen de la embravecida montaña.
Algunas morirán en la travesía
antes que las sombras cubran el día,
las nubes descargan la lluvia
con furia sobre la tierra sombría.
En silencio llega la noche gélida,
negra están las cumbres del silencio,
el ambiente olor a pinos del bosque,
mientras continúa el ciclo misterioso.
El día muere con el sollozo del viento,
los árboles se mecen quejumbrosos
en la monotonía de la noche, es el llanto
solitario de esos bosques generosos.
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