Vuelan pensamientos, sombras
del corazón que vienen y van
el alma recuerda las ternuras
ausentes, soledades que matan.
El viento rompe el silencio,
sopla suave sobre el valle
perezoso, dormito el cansancio
velando y soñando cada detalle.
El rumor de besos carmines
que nacían con la aurora,
besos hermosos como jazmínes,
amor dulce, ternura encantadora.
Esfinge trémula de pasión,
era mi alegría, una sinfonía
que hacía latir el corazón.
¡Tanto me falta! Es mi agonía.
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