Asoma el sol coronando
de oro valles y praderas,
viene naciendo la primavera
con su corte de flores y primores.
La montaña cubierta de nieve
luce majestuosa y nívea,
eterna, silenciosa, radiante
domina altiva desde las alturas.
Nace la vida en los campos,
se tiñe de verde la selva,
florecen los árboles, brotan
nuevos aromas y sueños de amor.
El invierno emprende la retirada
después de dejar una lluvia sutil,
como un adiós a la tierra sedienta,
vuelve la vida, renace la esperanza.
Las primeras rosas asoman tímidas,
están suspendidas y radiantes
recibiendo la frescura del viento;
son bellas, como amor de la aurora.
¡Eterna y hermosa primavera!
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