La vida nunca ha sido amable,
ciertamente vivir es una odisea
ni alegre ni benigna, sea cual sea
nuestro quehacer diario y noble.
¿Dónde se han marchado los días claros
que disfrutábamos con cierta alegría?
¿Dónde esas fantasías de amor vida mía?
Ya no hay risas, solo dolor y llantos.
La vida dibujó penas en tus bellos ojos,
fatal estocada, salud quebrantada,
noches eternas, largos desvelos;
ha huído el sueño, de hinojos
clamo un milagro. Triste y dolida
muerte: llévame con ella a los cielos.
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