domingo, 9 de abril de 2017

ATENAS (4)

                                                                   Pisístrato


El descontento general fue aprovechado por el eupátrida Pisístrato para usurpar el poder. Apoyado por las masas populares empezó a gobernar como tirano. Numerosos nobles abandonaron Atenas. Pisístrato dejó subsistir las leyes de Solón, pero hizo que la Asamblea Popular eligiera únicamente a sus partidarios para los cargos públicos. 

Se preocupó de especial manera de la población campesina y fomentó la pequeña propiedad. Repartió semillas y fomentó la plantación de olivos. Construyó acueductos y caminos, dando trabajo a los más pobres. Protegió el comercio, aumentó el poder naval y dio apoyo a la fundación de nuevas colonias. Se rodeó de poetas e hizo anotar los poemas homéricos.

Después de la muerte de Pisístrato (527 a.C.) gobernaron sus dos hijos, Hipias e Hiparco. Este fue asesinado por motivos de venganza privada. Hipias, preso del miedo y la desconfianza, estableció un régimen de terror que hizo nacer un odio general contra él y la tiranía. Por consejo del oráulo de Delfos los eupátridas, apoyados por un ejercito espartano, destituyeron a Hipias quien huyó al Asia Menor (510 a.C.).

Los oligarcas expulsaron a Hipias con la esperanza de restablecer su régimen. Más la influencia del demos y el espíritu democrático ya eran poderosos que no podían ser suprimidos. El aristócrata Clístenes, un general estadista y abnegado patriota, abolió los elementos oligárquicos de la constitución de Solón y fundó la democracia plena, el gobierno del pueblo por el pueblo.
            

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