domingo, 23 de abril de 2017

LA ACRÓPOLIS



                                          La Acrópolis, símbolo de Atenas


En el centro de la ciudad de Atenas se eleva la colina de la Acrópolis, lugar sagrado de los dioses. Después de la devastación por los persas, Pericles hizo erigir en la Acrópolis las más hermosas construcciones con el fin de expresar a Atenea, la diosa patrona, el agradecimiento por la ayuda dispensada durante las guerras.

Desde la ciudad los caminos conducían a los Propíleos, una entrada monumental con columnas de mármol blanco. A través de los Propíleos se ingresaba a la "vía sacra" que recorría todo el recinto. Al frente se elevaba una grandiosa estatua de Atenea, en conmemoración del triunfo de Maratón. A ambos lados de la vía sacra se levantaban figuras donadas y consagradas a la diosa Atenea y piedras en las que estaban inscritas las leyes más importantes acordadas por la Asamblea Popular.

En la cumbre de la Acrópolis se levantaba el Partenón, el templo principal de Atenea, de estilo dórico, obra culminante de la arquitectura griega. El friso representaba la solemne procesión que los atenienses efectuaban cada cuatro años durante las fiestas panateneas en honor a la diosa Atenea.

El interior del templo era un recinto cerrado que sólo recibía luz a través de la puerta. Era la habitación de la diosa y no lugar de culto. Allí se elevaba la estatua de Atenea, de 12 metros de alto, obra maestra del gran escultor Fidias. Cara y manos eran de marfil, las vestimentas de oro puro.

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