Delincuencia: Asaltos a casas, a jubilados para robarles sus miserables pensiones, asesinatos, portonazos, robo hormiga. Corrupción de autoridades y políticos, colusión de empresarios, son un cáncer en Chile. ¡Basta! La sociedad tiene hambres atrasadas de seguridad.
Cuando detienen a delincuentes, éstos tienen veinte o más delitos a su haber, pero continúan libres ejerciendo su oficio. La Justicia funciona a medias, es demasiado garantista, o las leyes no están acorde a la penas que se deben aplicar por los delitos, porque fueron mal pensadas.
Los legisladores no hicieron bien su tarea, no han cumplido con el mandato que les entregó la ciudadanía al votar por ellos. Leyes permisivas, que favorecen al victimario y no a las víctimas. La inseguridad pampea en nuestro país.
No podemos esperar mucho de los legisladores, muchos están involucrados en graves actos de probidad, y en los juicios contra sus delitos no les sale ni "por curados". Gozan de privilegios, la "gloire" para ellos; en cambio, la "merde" para el ciudadano de a pie.
Así como en el pasado el pueblo se movilizó contra la dictadura, corriendo serios riesgos por su vida, así debería movilizarse en la actualidad contra la delincuencia social, política y religiosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario