Era tarde cuando te vi.
estabas tras los cristales
de la ventana, hermosa
como siempre, esperando.
Subí a verte ...
tenías la espalda desnuda,
tu piel clara y suave
invitaba a una caricia.
Te saludé, me diste un beso
en la mejilla, y me invitaste
a sentarme a tu lado,
tu aroma inundaba el lugar.
Afuera comenzaba a llover,
era una tarde de otoño,
el día gris era un romance
de hojas muertas y viento.
Te abracé, sentí tu calor
y besé tus labios carmesí,
loco amor, pasión y entrega
de una ardorosa tarde de otoño.
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