Recordando épocas pasadas, que tenían otro valor y actitudes que hoy ya no se estilan.
Cuando una madre se enojaba con un menor, que había hecho alguna pilatunada, le decía: Mira chiquillo de moledera, ¡te voy a sacar la contumelia!
Un maestro haciendo un trabajo de carpintería, o arreglando algún algún desperfecto, y uno lo estaba mirando. Cuando terminaba le preguntabamos ¿cómo quedó? el respondía con una sonrisa: ¡Pepe en la cucha!
El chico al sentir un alboroto, preguntaba a su abuela qué estaba pasando, ella respondía su curiosidad: ¡Un carro por la Alameda y una vieja casi se mea!
Si uno preguntaba a los mayores por qué no venían visitas de la parentela al hogar, la respuesta era: ¡Los parientes como el sol, mientras más lejos mejor!
Cuando uno preguntaba, ¿qué vamos a comer, qué hay en la olla? te respondían con ironía: ¡Come y calla!
¡A las cuentas claras, el chocolate espeso! ¡En boca cerrada no entran moscas! ¡A buen entendedor, pocas palabras! ¡Quien mucho abarca, poco aprieta! ¡Los libros hacen muchos sabios, pero pocos ricos!
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