JULIO MAZARINO

Julio Mazarino nace en Pescina, Italia el 14 de julio de 1602, muere en Vincennes, Francia el 9 de marzo de 1661. Fue un hábil diplomático, cardenal y político italiano, primero al servicio del papa y más tarde al servicio del reino de Francia. Fue sucesor del cardenal Richelieu como primer ministro. Mazarino, quien no era sacerdote, obtuvo el nombramiento de cardenal a propuesta del rey Luis XIII, por los servicios prestados a la monarquía.

A pesar de haber nacido en Pescina, prontamente se trasladó a Roma, donde recibió su educación. Se formó con los jesuitas en el Colegio Romano, donde fue enviado a los siete años, fue un alumno brillante, con encanto para sus profesores y condiscípulos. Acabado sus estudios, comenzó una vida disipada, por lo que sus padres lo enviaron a estudiar derecho canónigo a España, a la Universidad Alcalá de Henares. Durante su estancia en la península aprendió el castellano a la perfección, lo que le sería de gran utilidad. 

Aún libertino, se enamoró de una española y, a punto de casarse, fue engañado para regresar a Italia para evitar la boda, Allí, completó sus estudios. El papa reclutó un ejército para ocupar la región de la Valtelina, Mazarino fue nombrado capitán de las tropas, pasando por las guarniciones de Loreto y Ancona. Fue nombrado ayudante del general del ejército pontificio, pronto se hizo imprescindible en los tratos con franceses y españoles, recorriendo toda Italia en misiones de enlace y como negociador entre las partes interesadas en el control de la región.

Confinado en el norte de Italia por las intrigas del duque de Saboya Carlos Manuel I de Saboya y la rivalidad franco-española, Mazarino recibió instrucciones del papa de favorecer a Francia para contrarrestar el predominio español, Mazarino atendió los intereses de su empleador, pero también los suyos, mostró acusada simpatía por Francia.

Cuando el duque de Saboya se entera de la inminente invasión francesa de la península itálica, envía a Mazarino a tratar de detener a Richelieu. El 28 de enero de 1630 llega a Lyon y se entrevista con Richelieu, fracasó en su cometido de parar la invasión, pero fue de crucial importancia para la carrera de Mazarino. Las negociaciones con el cardenal francés continuaron toda la primavera, se entrevista con él el 17 de marzo, poco antes de la toma francesa de la fortaleza de Pinerolo, manteniendo una intensa actividad diplomática en favor de la paz, que resultó infructuosa e inútil.

 Por sus cargos diplomáticos para la Santa Sede, intervino en las intrigas de la Sucesión de Mantua, lo que le permitió conocer a Richelieu y a Luis XIII, de cuya política fue gran defensor en la corte pontificia. Consigue la paz de Cherasco, en 1931, y fue recompensado con una nunciatura en París. Esto lo aproximó a Richelieu y al rey Luis XIII. En 1639 se naturalizó francés, pasando a ser estrecho colaborador del primer ministro, gracias al cual fue nombrado cardenal en 1641 y ministro de estado.
Tras la muerte de Richelieu, por petición de este al rey, le sucede en el cargo el 5 de diciembre de 1642. Tras la muerte de Luis XIII, Mazarino gobierna Francia bajo la regencia de Ana de Austria, en nombre de Luis XIV, que había heredado el trono con cinco años. Continuando en el cargo hasta su muerte.