LOS PROTOCOLOS DE SION

Los protocolos de Sion es un libelo antisemita. Publicado por primera vez en 1902 en la Rusia zarista, cuyo objetivo era justificar ideológicamente los pogromos que sufrían los judíos. El texto sería la transcripción de unas supuestas reuniones de los "sabios de Sion", en la que estos sabios detallan los planes de una conspiración juedo-masónica, que consistía en el control de la masonería y de los movimientos comunistas, en todas las naciones de la Tierra, y tendría como fin último hacerse con el poder mundial (Ficción o no, qué duda cabe, hoy estamos bajo el poder del dinero de los judíos).

Los protocolos son la publicación antisemita más famosa y más ampliamente difundida de la época contemporánea. Hitler los tomaba como una ilustración de la existencia de los designios ocultos de los judíos, una demostración de su permanente mentira. El texto siempre ha sido utilizado por asociaciones y grupos que pretenden inculcar el odio a los judíos.

En 1921, el diario británico The Times descubrió que se trataba de un "torpe plagio" de la obra Diálogo en el Infierno entre Maquiavelo y Montesquieu (libro que hoy es accesible), o la política de Maquiavelo en el siglo XIX, de Maurice Joly en la que se inventaba un complot de Napoleón III para dominar el mundo.

Los Protocolos de los sabios de Sion con una falsificación de la Ojrana, la policía secreta zarista, y fueron publicados por primera vez en San Petersburgo en 1902, aunque solo alcanzaron una masiva distribución a partir de 1917 con la finalidad de culpar a los judíos de los males de la guerra y de la revolución. Incluso había una copia entre los efectos personales de Nicolás II, tras su ejecución. El texto básico en que se basaron los Protocolos, se compuso a mediados de la década de 1890 por orden de Piotr Rachkovski, jefe de la delegación de la Ojrana en París.

Los Protocolos es una obra de ficción, escrita intencionalmente para culpar a los judíos de una variedad de males. Los distribuidores de este libro afirman que documenta una conspiración judía para dominar al mundo. Pero la conspiración y sus presuntos líderes, referidos como Los sabios de Sion, nunca existieron.