Castillo de Coca es una fortificación de la localidad de Coca, fue construido en el siglo XV y está considerado como una de las mejores muestras del gótico-mudéjar español. Propiedad de la Casa de Alba, cedido al Ministerio de Agricultura de España en 1954.
Está situado en las afueras de la villa, se levanta sobre el meandro del río Voltoya, afluente del Eresma, en las afueras de la villa de Coca, Segovia, castillo que lleva el nombre de la villa. Está declarado Monumento Nacional, siendo una de las pocas fortalezas de España que no se asienta sobre un cerro, sino sobre unos escarpes del terreno, y está rodeado por un ancho y profundo foso.
Su construcción se atribuye a alarifes moriscos, realizada en ladrillo, no solo utilizado como material de obra, sino también como elemento decorativo. La piedra caliza aparece en las aspilleras, las columnas del patio de armas y otros elementos decorativos. El recinto inferior es de planta cuadrada, y se encuentra flanqueado en sus esquinas por cuatro torres, siendo la de mayor tamaño la torre del homenaje, recorrida en su interior por una angosta escalera de caracol realizada en ladrillo que permite el acceso a diferentes plantas destinadas a capilla, sala de armas y otras estancias.
Su sistema defensivo consta de tres partes: el foso y dos recintos amurallados con torreones. Además dispone de un puente defensivo sobre el foso, que conduce al primer recinto amurallado, tras el, se registra una puerta rejada que lleva al patio de armas. La torre de Pedro Mata sigue en tamaño a la del homenaje, seguramente porque junto a ella protege la puerta de acceso al patio de armas. Las dos restantes son las torres de la Muralla y la de los Peces
La villa perteneció a la Corona de Castilla hasta que en 1439 fue cedida a Íñigo López de Mendoza, marqués de Santillana, quien en 1451 la permutó por la villa de Saldaña con Alonso de Fonseca y Ulloa, obispo de Ávila y arzobispo de Sevilla. En 1453, Alonso de Fonseca obtuvo del rey Juan II de Castilla el permiso real para edificar el castillo, su construcción se inició años más tarde. Al tener que ausentarse de Coca, Alonso de Fonseca cedió los derechos de la villa a su hermano Fernando de Fonseca, que los ejerció hasta su muerte en 1463.
Alonso falleció en 1473 siendo arzobispo de Sevilla, y Coca fue heredada por su sobrino, hijo de Fernando, Alonso Fonseca de Avellaneda, quien llevó a cabo la mayor parte de la construcción del castillo. A partir de entonces fue residencia palaciega y escenario de grandes fiestas, a la que asistieron notables personalidades. En 1926, el castillo fue declarado Monumento Nacional, en 1931 declarado Monumento Histórico Nacional, y en 1954 fue cedido al Ministerio de Agricultura por 100 años menos 1 día. Fue restaurado en 1956-1958 para albergar la Escuela de Capacitación Forestal.
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