Ávila, capital de la provincia española del mismo nombre, es una ciudad situada en una zona de colinas onduladas al noroeste de Madrid. Es conocida por sus murallas medievales intactas, con más de 80 torres semicirculares almenadas y 9 puertas, como la puerta abovedada del Alcázar, en el lado este. Las largas secciones que coronan las murallas se pueden recorrer a pie. Por la noche, las murallas iluminadas ofrecen una imagen icónica de la ciudad.
La ciudad pertenece a la provincia de Ávila, en la comunidad autónoma de Castilla y León. Tras la fundación romana y la asimilación de la población autóctona vetona de la zona, pues no existen indicios claros de un asentamiento prerromano en el casco histórico, la ciudad pasaría al poder visigodo. Ávila cayó, al igual que la mayor parte del territorio peninsular, bajo dominio musulmán a comienzos del siglo VIII, y solo sería reconquistadas de forma definitiva por las tropas cristianas hasta el siglo XI. Experimentó un notable auge en el siglo XVI, para después caer en una profunda crisis y declive hasta el siglo XIX.
Basílica de San Vicente
Ávila no solo es su muralla la única atracción turística, hay que visitar la Catedral, el monasterio de Santo Tomás, la ermita de Sonsoles, la Plaza del Mercado chico y el convento de Santa Teresa. Es una ciudad estupenda para una escapada de un par de días, dentro y fuera de la muralla podemos encontrar un sinfín de monumentos y edificios históricos.
Gastronomía, la calidad de las carnes de Ávila es muy valorada, de sus mejores pastos salen las mejores reses y el resultado es inmejorable. El Chuletón de Ávila a las brasas es una delicia que le dejará con gusto a poco.
Chuletón de Ávila
Judías del Barco, es un plato de judías blancas que llaman la atención por su gran tamaño, son originarias de los campos del Barco de Ávila, en la zona suroeste. Después de la fabada asturiana, fue la primera leguminosa en obtener la denominación de origen, en 1989. Se suelen preparar con bacalao y son muy sabrosas.
Judías del Barco
El recinto amurallado es un buen lugar para ver todo el entorno de Ávila, no solo es famoso por ofrecer la mejor panorámica de la ciudad, sino también por la historia mística y medieval de la ciudad.
Ávila no solo es su muralla la única atracción turística, hay que visitar la Catedral, el monasterio de Santo Tomás, la ermita de Sonsoles, la Plaza del Mercado chico y el convento de Santa Teresa. Es una ciudad estupenda para una escapada de un par de días, dentro y fuera de la muralla podemos encontrar un sinfín de monumentos y edificios históricos.
Gastronomía, la calidad de las carnes de Ávila es muy valorada, de sus mejores pastos salen las mejores reses y el resultado es inmejorable. El Chuletón de Ávila a las brasas es una delicia que le dejará con gusto a poco.
Chuletón de Ávila
Judías del Barco, es un plato de judías blancas que llaman la atención por su gran tamaño, son originarias de los campos del Barco de Ávila, en la zona suroeste. Después de la fabada asturiana, fue la primera leguminosa en obtener la denominación de origen, en 1989. Se suelen preparar con bacalao y son muy sabrosas.
Judías del Barco
El recinto amurallado es un buen lugar para ver todo el entorno de Ávila, no solo es famoso por ofrecer la mejor panorámica de la ciudad, sino también por la historia mística y medieval de la ciudad.
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