César Pattein nace en Steenvoorde, Francia el 30 de septiembre de 1850, fallece en Hazebrouck, Francia en 1931. Primero estudió grabado con Guillaume Alphonse Cabasson, em 1878 ingresó a la Ecole des Beaux-Arts de Lille en los talleres de Alfhonse Colas, un pintor de retratos y escenas religiosas nacido y criado en Lille.
A mediados del siglo XIX fue un período de gran transición en Francia, afectado principalmente por la industrialización. Esta transición no fue solo parte de la cultura social y económica del país, sino que encontró su representación más importante en el arte de la época. Loa avances logrados por la industrialización comenzaron a amenazar las tradiciones de muchas subculturas, especialmente la del campesinado.
Las tradiciones consagradas, el valor del trabajo arduo y la importancia de la estructura familiar fueron todos aspectos que fueron desafiados por la modernización. Para representar este moribundo estilo de vida, los artistas, como Pattein, recurrieron a varios métodos, algunos destacando la naturaleza trabajadora del campesino, algunos glorificándolos como la encarnación de la perfección y la estabilidad.
En su interpretación de la vida rústica se centró en la relación entre las figuras y al mismo tiempo conservando, sobre el lienzo, la vida que, en la época, era prácticamente obsoleta.
A mediados del siglo XIX fue un período de gran transición en Francia, afectado principalmente por la industrialización. Esta transición no fue solo parte de la cultura social y económica del país, sino que encontró su representación más importante en el arte de la época. Loa avances logrados por la industrialización comenzaron a amenazar las tradiciones de muchas subculturas, especialmente la del campesinado.
Las tradiciones consagradas, el valor del trabajo arduo y la importancia de la estructura familiar fueron todos aspectos que fueron desafiados por la modernización. Para representar este moribundo estilo de vida, los artistas, como Pattein, recurrieron a varios métodos, algunos destacando la naturaleza trabajadora del campesino, algunos glorificándolos como la encarnación de la perfección y la estabilidad.
En su interpretación de la vida rústica se centró en la relación entre las figuras y al mismo tiempo conservando, sobre el lienzo, la vida que, en la época, era prácticamente obsoleta.
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