Diógenes Laercio, nace el 180 d.C., muere el 240 d.C. Fue un historiador griego de filosofía clásica que, se cree, nació en el siglo III d.C. durante el reinado de Alejandro Severo. Se le considera un gran doxógrafo, esto es, un autor que, sin una filosofía propia, recoge por escrito la biografía, las vicisitudes, las anécdotas, las opiniones y las teorías de otros, a los que considera ilustres.
Se ignoran las circunstancias de su vida, puede que el epíteto Laercio sea un locativo de la ciudad de Laerte, pero puede deberse a la familia romana de los Laercios. Es famoso por los diez tomos de su obra Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres, que se conserva prácticamente completa. Las Vidas son un documento inestimable acerca de la filosofía de la época clásica, que contiene biografías, doctrinas sumarias y fragmentos de la filosofía griega desde los presocráticos hasta Sexto Empírico.
La meticulosidad de Diógenes Laercio le llevó a incluir informaciones inciertas, poco contrastadas, o simples chismes que, sin embargo, en muchos casos resultan reveladores para la datación de versiones e interpretaciones de los antiguos. La riqueza y variedad de los datos que transmite se ven mermadas, sin embargo, por su falta de rigor filosófico. Se desconoce su propia filiación intelectual, ocasionalmente se le ha considerado un cristiano, aunque es más probable que perteneciese a la escuela epicúrea.
Las Vidas se dividen en dos partes, una se trata de la escuela que Diógenes llama jónica y la otra, de la italiana. La primera se inicia con Anaximandro, comprende las varias escuelas socráticas, y llega hasta Clitómaco, Teofrasto y Crisipo; la segunda va desde Pitágoras hasta Epicuro, e incluye a los eleatasy los escépticos. El último tratado se dedica íntegramente a Epicuro, del cual transcribe tres cartas, una dirigida a Heródoto, otra a Pitocles y una tercera a Meneceo.
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