La idea de libertad, ha adquirido a lo largo de la historia de la filosofía diversos matices, incluso contradictorios. Los griegos abordaron el concepto en sus múltiples dimensiones. Consideraron el orden cósmico que asignaba al destino, la importancia de la autonomía política y la libertad individual, desembarcando inequívocamente, en el dilema moral que subyace en la profundidad del concepto de libertad.
La noción de libertad individual se relaciona con la idea de un orden cósmico determinado por el destino. ¿Es posible ser libres frente a la predestinación? Posiblemente, pero es ta clase de libertad, no constituye muestra alguna de la dignidad humana. Por el contrario, es una suerte de honor haber sido elegidos por el destino para llevar adelante una necesidad del orden cósmico. Y en esta línea, actuar conforme a un destino necesario, implica una libertad elevada, superior.
Finalmente el panorama griego propone una tercera noción que se refiere a un tipo de libertad individual o libertad personal. En este caso, ser libre indica serlo de presiones de la comunidad o del Estado. Para el griego, poder abandonar el "negocio" para consagrarse al "ocio", en el sentido del estudio, es llevar adelante el ejercicio pleno de su libertad individual. Esta concepción fue abordada por diferentes escuelas socráticas, pero principalmente por los estoicos. Para ellos, la libertad consistía en poder disponer de nosotros mismos.
La libertad nos lleva, inevitablemente al problema ético. Por eso Aristóteles se preguntará si es posible conciliar el orden cultural con el orden moral. Un proceso que se orienta naturalmente hacia un fin, el hombre también debería orientarse hacia una finalidad: ¿qué tipo de finalidad? Pues la felicidad. Para encontrar la felicidad, es necesario la intervención de la voluntad. Hay dos clases de acciones, las involuntarias y las voluntarias. Las primeras son consecuencia de la coacción o de la ignorancia, las segundas, no. Desde esta perspectiva, una acción moral requiera la confluencia de dos dimensiones: la libertad de la voluntad y la posibilidad efectiva de elegir libremente entre diferentes opciones, libre albedrío.
Conociendo el bien y la benevolencia, el hombre no puede dejar de actuar conforme a el. En síntesis, desde el punto de vista griego, la libertad pertenece al orden de la razón, lo cual significa que solo es libre el hombre cuando actúa conforme a su racionalidad. Entonces la libertad propia del hombre sabio, habrá de inclinarse naturalmente hacia el bien.
Creo que la libertad es ser uno mismo, actuando desde el espíritu y bajo el libre albedrío, haciendo lo que es bueno e inteligente para todos, respetando y solidarizando con los demás.
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